Desde Bienestar Institucional queremos compartirte algunos consejos prácticos para que en tu hogar mantengas una adecuada higiene en la manipulación de alimentos, y así prevengas las enfermedades transmitidas por alimentos, conocidas como ETA. La prevención inicia con hábitos sencillos: lavarte siempre las manos con agua y jabón antes de preparar cualquier comida, después de ir al baño, de tocarte la boca, la nariz o el cabello, así como tras tener contacto con mascotas o productos de aseo.
Otro aspecto fundamental es evitar la contaminación cruzada. Para ello, procura mantener una separación adecuada de los alimentos crudos (carnes, pollo y pescado) de aquellos que ya están listos para consumir, como frutas, verduras o panes. También es importante garantizar una cocción completa: las carnes, huevos y pescados deben alcanzar temperaturas seguras, asegurándote de que no queden partes rojas ni jugos crudos que puedan representar un riesgo para la salud.










