El papel de la mujer en la dinámica familiar
Ya lo decía el jefe religioso estadounidense, Brigham Young (1801-1877), “educa a un hombre y educarás a un hombre… educa a una mujer y educarás a una generación”, pues es una mujer quien en su rol desarrolla una conexión más estrecha con su familia como ningún otro miembro de esta.
El rol que tiene la mujer en la familia es un rol existencial irreemplazable. Con su delicadeza, cariño y ternura, se convierte en un espacio seguro para el círculo familiar por medio del uso de esas capacidades y sentimientos naturales, desempeña una función trascendental al propiciar un espacio afectivo placentero que permite suplir la necesidad esencial de afecto del ser humano y motiva en los miembros de su familia una gestión adecuada de las emociones, necesaria para atravesar las dificultades.
La mujer puede enseñar en forma práctica a las generaciones futuras la lección del amor, del perdón, de la renuncia, del fortalecimiento de los sentimientos humanos, del amor al prójimo, del servicio a la sociedad y del cumplimento de las responsabilidades individuales, familiares y sociales.
Sin embargo, así seas madre, hija, hermana, madrina, tía, esposa, pareja, novia, suegra, prima, amiga o vecina, eres mujer y debes saber que representas el lugar seguro de todo vínculo o de toda relación. Tu existencia dentro de la familia a lo largo de la infancia, la juventud y en la adultez representa una conexión con la vida y vocación contigo: en el hogar se construye la comprensión de la diversidad, la validación de la diferencia y de las necesidades individuales, aspectos fundamentales para desempeñar nuestro rol en la sociedad.
Mujer, tienes un papel fundamental en la dinámica familiar, tu presencia te ha convertido en heroína transformadora; tu fuerza, valentía, determinación, amor, protección y solidaridad son la columna vertebral del hogar.
