Encuentros con mesas comunitarias: Un insumo clave para talleres de co-creación y desarrollo de pilotos resilientes ante la vulnerabilidad frente al cambio climático
En el marco del proyecto “Alianzas para la emergencia climática y Sanitaria del Valle de Aburrá” se vienen desarrollando desde 2022 reuniones con mesas comunitarias de las tres microcuencas priorizadas: La Iguaná, Doña María y la Santa Elena, se ha contado con muy buena participación por parte de las comunidades y de instituciones que apoyan el proyecto como EPM.
Los líderes y lideresas de las comunidades han compartido todo el conocimiento que tienen de su territorio, mostrando preocupación por problemáticas que vienen afectando a la comunidad como deforestación, contaminación de fuentes hídricas, asentamientos informales sobre los cauces de quebradas o en zonas de retiro de las mismas, el mal manejo de residuos, los riesgos por movimientos en masa, entre otros. Como parte importante de la solución manifiestan que es indispensable obtener una red que articule a todos los actores que intervienen en el territorio, el cual es precisamente el objetivo del proyecto de Alianzas.
En las reuniones con las mesas comunitarias iniciales se está llevando a cabo un proceso de escucha a las comunidades, para conocer proyectos y problemáticas que ya tengan identificadas en territorio, en la microcuenca Santa Elena han logrado procesos de reforestación exitosos con una zona sembrada con más de 80mil árboles, han impedido parcelaciones ilegales sobre áreas protegidas y están desarrollando estrategias para que no se pierda la vocación agrícola de la parte alta y media de la microcuenca ya que se identifican como despensa agrícola de los Valles de Aburrá y San Nicolás, además de hacer énfasis en que el crecimiento exponencial de la población está llevando el recurso hídrico a límites insostenibles.
Por su parte la mesa ambiental de San Antonio de Prado, ubicada en la microcuenca de la Doña María, presento varios proyectos en los que vienen trabajando, uno de ellos es el monitoreo de calidad de agua y retiros de quebradas en 20 subcuencas de la quebrada Doña María, el cuál ha sido un programa con un alto rigor técnico, con un enfoque participativo y con difusión permanente de resultados en la página de la Corporación Pro Romeral; vienen desarrollando jornadas de limpieza en quebradas, siembra de árboles y jornadas educativas en articulación con Medellín me Cuida, Salvando Mares, grupos sociales y Juntas de Acción Local; procesos que demuestran un compromiso de la comunidad con su territorio y las problemáticas que afrontan actualmente.
En la microcuenca La Iguaná se tienen identificados puntos críticos por vertimientos de aguas residuales, contaminación de las fuentes hídricas desde la parte alta a causa de industrias porcícolas, por lo cual se plantean proyectos de biodigestión que generarían un impacto alto a lo largo de la quebrada, hay iniciativas de educación ambiental hacia la comunidad, educación en temas de planeación, para que sea de conocimiento colectivo las razones por las cuales no se permiten los asentamientos en zonas de riesgo y procesos comunitarios que vienen implementando con el fin de mejorar la calidad de vida de la comunidad, evidenciando un compromiso consiente con el territorio y la población.
Terminadas las jornadas de escucha, se procederá con una etapa de talleres con los mismos líderes, para establecer los lugares y proyectos que generen un buen impacto, a través de pilotos que respondan a las necesidades de las comunidades, que sean vinculados con soluciones basadas en la naturaleza que puedan ser replicables, escalables y que sean resilientes ante la problemática actual de vulnerabilidad frente al cambio climático.