Dormir y ejercitarse dos actividades tan básicas como importantes para la salud humana

27 de noviembre de 2023 Noticias principales

Una persona adulta debe dormir entre siete y ocho horas diarias.
La práctica de actividad física mejora la calidad del sueño
En la semana se debe hacer ejercicio aeróbico durante mínimo 150 minutos

Dormir y estar en continuo movimiento; dos acciones tan básicas en la historia de la humanidad, pero tan complejas de realizar para los seres humanos que viven este presente. Según datos entregados por la Organización Mundial de la Salud – OMS las personas están teniendo serias dificultades para tener jornadas de sueño que puedan ser reparadoras para el desgaste físico y mental que las rutinas diarias significan.

La disminución en las horas de descanso profundo o las intermitencias a la hora de dormir generan afectaciones en doble vía tanto para la salud física como para la salud mental, pues pueden acelerar enfermedades crónicas como: hipertensión, diabetes, obesidad e, incluso cáncer, además no dormir lo necesario, que para un adulto deben ser entre siete y ocho horas diarias, está asociado a accidentes automovilísticos, desastres industriales, así como errores médicos y profesionales, entre otros.

Por otro lado, la falta de sueño también genera en quienes lo sufren, la aparición de enfermedades mentales relacionadas con la depresión y la ansiedad o, la agudización de los síntomas en quienes ya presentan estos tipos de trastornos, pues el tiempo que pasan despiertos, en los momentos que deberían dormir, la mente los ocupa en pensamientos relacionados con las situaciones angustiantes que cada quien enfrenta. El no dormir bien o no dormir el tiempo que es debido podría generar graves problemas de salud pública.

Tener un sueño adecuado es conocido en el área de la salud como higiene del sueño, que es básicamente los hábitos que una persona debe tener antes, durante y después de acostarse y que se deben sopesar de acuerdo a los factores sociales, como el acceso a la tecnología las veinticuatro horas del día y los horarios laborales. Para hacer frente a esta situación el personal de salud de la Dirección de Bienestar Institucional ha preparado las siguientes recomendaciones:

Acostarse a la misma hora cada noche y levantarse a la misma hora cada mañana.
Evitar comidas excesivas antes de acostarse.
Evitar la cafeína y el alcohol cerca de la hora de dormir.
Evitar la nicotina.
Tener un espacio de descanso limpio y ordenado
Procurar un lugar oscuro y silencioso.
Una actividad física moderada puede ayudar a promover el sueño, pero debe evitarse el ejercicio enérgico algunas horas antes de irse a la cama.

Y, es que como se planteó al inicio de este artículo, estar en movimiento es otro de los retos que enfrentan las sociedades de hoy pues las condiciones laborales, de formación académica e, incluso, de interacción social exigen estar durante largas horas sentados frente a una pantalla generando dinámicas diarias de inactividad o sedentarismo, término que es acoplado a las personas que realizan menos de 90 minutos de actividad física en la semana.

Según la OMS, aproximadamente un 60% de la población a nivel mundial, no realiza suficiente actividad física, siendo este uno de los principales factores de mortalidad a causa de enfermedades no transmisibles (ENT) como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y varios tipos de cáncer. Según la misma Organización los niños y adolescentes deben realizar al menos 60 minutos al día de ejercicio físico aérobico tres veces por semana, por su parte los adultos deben realizar actividades físicas con regularidad, al menos entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica durante la semana.

La actividad física también es beneficiosa para la salud mental, ya que previene el deterioro cognitivo y los síntomas de la depresión y la ansiedad; además, puede ayudar a mantener un peso saludable y contribuye al bienestar general.

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