La energía nos mueve como ITM
La energía es importante para el funcionamiento, desarrollo, crecimiento y bienestar de las sociedades industrializadas y para el ITM, durante 30 años, ha sido muy importante porque a partir de la energía constituimos nuestro primer laboratorio y así mismo la primera investigación.Transcurría el año 1995 y la comunidad académica formulaba el primer Plan de Desarrollo del ITM, que tenía como componentes cuatro políticas fundamentales como la excelencia académica, administrativa, cobertura y bienestar.
Para ese año la institución no tenía los equipos idóneos para ofrecer una formación completa para el programa Tecnología Electromecánica; primer programa de la Facultad de Ingeniería. Y ante esta necesidad para complementar la formación de los estudiantes, el jefe de programa de ese entonces Armando Perlaza, le encomendó a Carlos Alberto Acevedo Álvarez, docente ITM de la Facultad de Ingeniería, diseñar el primer laboratorio en el establecimiento educativo.
Una de las primeras dificultades que se encontró para la creación del laboratorio fue que los fabricantes y proveedores de los equipos y capacitaciones que contactaban desconocían la existencia del ITM, por esto, el proceso de demoró más de dos meses.
Mientras se consolidaba el laboratorio, en 1996 a través de escritura pública, otorgada por Notaria 12 y en concordancia con el Acuerdo 042 de 1991 del Concejo Municipal, el ITM adquirió mediante cesión hecha por la Alcaldía de la Ciudad, el lote y las instalaciones de la ciudadela en el barrio Robledo.
En 1997, surgió la necesidad al interior de la Institución de incursionar en los procesos de investigación, y uno de los temas seleccionados para iniciar un proyecto fue el energético, tema de carácter de interés en la ciudad y en todo el país.
Para ese año fue invitada por el ITM la directora de ese entonces de la Comisión Regulación de Energía, Ángela Cadena para que hablará sobre la situación energética en Colombia y las apuestas que tenía a mediano y largo plazo. Ese fue el punto de partida para comenzar a investigar en el objeto de conocimiento de energía.
El equipo encargado inició en 1998 con la elaboración del estado del arte de lo que era el asunto de la energía en el país y luego de 16 meses constituyó el primer grupo de investigación que de denominó Grupo de Investigación en Tecnologías Energéticas GITER, que tenía dos líneas bases de trabajo: la eficiencia energética y la bomba de calor.
Para ese mismo año, comenzó a funcionar el Centro de Idiomas de ITM y se adoptó el programa English Discoveries, para apoyar los procesos de enseñanza y aprendizajes de la lengua inglesa.
Cabe indicar que en la década de los 90 la sociedad tenía un manejo irresponsable del insumo energético, la ciudadanía no pensaba que esto iba afectar las finanzas personales, empresariales y estatales, asimismo impactos en contra del Medio Ambiente.
Hacia el año 2000 la institución logra desarrollar el primer posgrado con la especialización en Gestión Energética Industrial, que forma a los profesionales en el desarrollo de proyectos energéticos de los sistemas industriales y de servicio a partir del diagnóstico y el desarrollo de estrategias desde la gestión, el uso racional y el uso eficiente de la energía que contribuyan a la sostenibilidad ambiental y el ahorro energético.
En abril de ese primer año del siglo XXI el ITM dio inicio a los semilleros de investigación para estudiantes, con el propósito de sensibilizarlos y formarlos en la investigación científica y tecnológica.
Hacia el año 2005, el Rector de la Institución convocó a un grupo de docentes para que instalarán la bomba de calor de la piscina del Campus Robledo con el propósito de tener más eficiencia en el calentamiento del agua que estaba entre los 29 a 30 grados para nadar a primeras horas del día.
Las bombas de calor absorben el calor del aire exterior y lo transfieren al agua de la piscina, haciendo que se trate de un sistema de mayor eficiencia energética y menor impacto medioambiental. Para realizar este proceso se utiliza un gas refrigerante que el sistema transportará por un circuito cerrado.
Bomba de calor utilizada en los Juegos Suramericanos 2010
Cuatro años después, el Alcalde de Medellín de ese entonces se comunicó con los investigadores solicitándoles la optimización del sistema de calentamiento de las piscinas Olímpicas de la Unidad deportiva Atanasio Girardot para los juegos ODESUR 2010. Así fue como la primera investigación del ITM tuvo una proyección social en la capital antioqueña, con una inversión de 500 millones de pesos y con un montaje de 4 bombas de calor. Actualmente este sistema continúa activo y brindando una solución energética a la ciudad.