Los grandes maestros antioqueños que han llevado el nombre de Colombia por el mundo
¡Feliz mes a nuestros Maestros!
- El próximo 15 de mayo es el día oficial del educador en Colombia, día que coincide con la exaltación de San Juan Bautista de La Salle, patrono de los maestros.
- Desde el departamento de Biblioteca y Extensión Cultural del ITM, hacemos un reconocimiento a esta noble labor, exaltando a maestros antioqueños como Francisco Antonio Cano, Pedro Nel Gómez, Débora Arango, Rodrigo Arenas Betancourt y Fernando Botero, íconos del arte y la maestría antioqueña, maestros que impulsaron, a través de sus obras, un mundo más crítico e incluyente.
- Este mes emprendemos una campaña para exaltar a los 1.587 docentes que hacen parte del ITM (101 son de tiempo completo de carrera, 255 ocasionales, 1.040 de catedra y 191 administrativos) que forman ciudadanos integrales.
Los maestros ocupan un lugar primordial en las sociedades, son fundamentales para entender el mundo y transmitir su conocimiento a nuevas generaciones, es así, como desde el departamento de Biblioteca y Extensión Cultural del ITM, quisimos seleccionar cinco maestros antioqueños, quienes a través de su obra, contestataria, política y social, lograron dar a conocer los problemas y la realidad de su época generando conversaciones y discusiones, para resolver deudas pendientes con la ciudadanía.

Francisco Antonio Cano
Nació en 1865 en Yarumal, Antioquia, fue pintor, grabador, escultor y escritor, célebre por sus obras sobre la identidad cultural del país. Una de sus pinturas más conocidas es Horizontes, en donde expresa la llamada Colonización antioqueña. Fue pionero de la prensa ilustrada en Antioquia, organizador de la primera exposición de arte en Antioquia, renovador de la pintura de paisajes y del retrato, fundador de la primera Academia Artística en Antioquia y director de la Academia Nacional de Bellas Artes en Bogotá.

Pedro Nel Gómez
Este maestro nacido en Anorí, el 4 de julio de 1899, introduce en la historia moderna del país la pintura mural al fresco, de colorido brillante, con temática realista, monumental y mítica, y con un planteamiento diferente a la pintura mural barroca; contribuyó a la formación de generaciones de ingenieros y arquitectos, y a la creación de instituciones educativas como la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, donde fue decano, catedrático, profesor emérito en Medellín; fue el forjador de la llamada Escuela de Acuarelistas de Antioquia; en el urbanismo participó en proyectos para edificios públicos, el Cementerio Universal, y los diseños para los barrios Laureles y San Javier.
Su pintura mural al fresco de grandes dimensiones logró denunciar, en sitios públicos, las realidades sociales del país, esto le costó confrontaciones con la crítica radical, con sus colegas artistas, y aún más, con el medio social y político.

Débora Arango
Fue una pintora expresionista y acuarelista envigadeña. Transgresora en su pintura abordó la crítica social y política además de ser la primera pintora colombiana en pintar desnudos femeninos, así mismo retrató prostitutas, mendigos y políticos corruptos, obras incorrectas para la crítica más conservadora de la época, que le valieron el silencio y el olvido durante mucho tiempo. Sus obras fueron calificadas de sórdidas, desvergonzadas, escabrosas y pornográficas, solo hasta la década de los 80 su obra fue reconocida y recuperada.

Rodrigo Arenas Betancourt
Fue uno de los artistas colombianos más prolíficos y apreciados nacional e internacionalmente. Este profesor de dibujo utilizaba materiales duros, blandos, cemento, yeso, hierro, madera, piedra, bronce, concreto y basalto para plasmar la historia de Colombia resaltando los sucesos heroicos, especialmente de la raza pujante y colonizadora del pueblo antioqueño. Arenas Betancourt dedicó su vida a trabajar esculturas monumentales en un lenguaje realista y grandilocuente. Muchas de sus obras se encuentran ubicadas en plazas, parques, pueblos y universidades y se han convertido en puntos de referencia e identidad.

Fernando Botero
Nacido en Medellín en 1932, es el maestro vivo más importante del mundo; es pintor, dibujante y escultor, y a través de su obra, caracterizada por grandes volúmenes, ha expresado una critica a la violencia en Colombia, a la doble moral en la sociedad, las tragedias personales como la muerte temprana de su hijo Pedrito y la vida cotidiana de las clases bajas latinoamericanas. El Museo de Antioquia y la Plaza Botero de Medellín contienen hoy gran parte de su legado artístico.